Guillermo
Contreras.
Tantoyuca,
Ver. Como un balde con agua fría cayó, desde el jefe de redacción hasta la
intendente del ahora extinto Diario de Tantoyuca se quedaron sin trabajo de la
noche a la mañana, para ser más preciso, la tarde del pasado viernes;
pero lo peor no fue eso, sino la noticia de que “no habría dinero para
liquidaciones”, situación que se torno preocupante para aquellos que no cuentan
con otro ingreso y deben de mantener a su familia.
La
gerente administrativa del Diario de Tantoyuca, licenciada Ernestina Cerecedo,
fue la encargada de dar tan lamentable información a reporteros, personal
administrativo y otros cuantos más que se encontraban durante la tarde del
pasado viernes 27 de junio, agregando a la lamentable noticia, que el que
quisiera proceder legalmente, de los recién despedidos, que lo hiciera,
pues las indicaciones eran las que ya había dado a conocer y el periódico
cerraba puertas por que “ya no era negocio”.
Entre
la plantilla laboral que fue despedida, se encontraban al menos dos reporteros
que ya llevaban más de cinco años laborando para parte de la Editorial Sánchez,
ambos con al menos dos accidentes en motocicleta, y que desde que iniciaron
labores en dicha empresa, nunca contaron con seguro social y en los últimos dos
años, sin vacaciones.
El
pasado lunes, se llevó a cabo una reunión que, más que alentadora,
prácticamente fue para restregarles a los desempleados que no habría dinero
para llevarse a cabo las liquidaciones con forme a derecho, por lo que se les
ofreció, si gustaban, tomar los pocos bienes que se quedaron
en la oficina y que constaban de una motocicleta, al menos una decena de
computadoras austeras, escritorios viejos y muebles que ni para leña servian;
jugosa oferta que nadie acepto.
Un
grupo de esas personas desempleadas, acudieron a la Junta de Conciliación y
Arbitraje con sede en el municipio de Pánuco, donde realizaron la demanda
colectiva y están a la espera de que se lleve a cabo la primera cita, confiando
en que se haga justicia a su caso, esto, pese a que el panorama no se ve claro,
pues al ser la empresa encabezada por un diputado local, Eduardo Sanchez Macias, supuesto comisionado
en la defensoría de periodistas en la actual legislatura, y al haber
parentesco con el gobernador del estado, se duda que haya buen resultado en
todo esto.
Lo
más curioso es que, en la quincena pasada, a reporteros se les exigió que
presentaran su Registro Federal de Causantes (RFC) o tenían que darse de alta
ante el Servicio de administración Tributaria (SAT), siendo presentado por al
menos dos o tres, lo que hacia suponer que la situación empezaba a tomar forma;
pero todo parece indicar que fue más fácil dejar sin sustento y empleo a decenas
de empleados.
Y
lo lamentable, es la forma en que se ha venido dando la serie de despidos, pues
desde lo sucedido con aquellos que trabajaban en el Heraldo de Coatzacoalcos, y
el mismo día del cierre del Diario de Tantoyuca, también se efectuó, con la
misma cobarde forma, el cierre de las puertas del Heraldo de Veracruz,
pasaron la guadaña de ida y venida, sin tocarse el corazón, sin lamentaciones y
con total impunidad, a sabiendas que en el estado de Veracruz no hay Ley, ni
mucho menos justicia para nadie, más si se habla de la clase política
cometiendo abusos, violando la Ley Federal del Trabajo, al fin que están en la
política.